Saludos en esta primera publicación del blog.
Nuestra pretensión es poner en valor la época en que toda la comunidad hispanoamericana formábamos parte de la misma nación, admitiendo los errores pero rechazando la Leyenda Negra, convencidos de que juntos somos una comunidad con futuro, si valoramos nuestro pasado común.
La corona española durante el período en el que todos éramos conciudadanos tuvo establecido desde el año 1504 un 20% de impuesto sobre lo obtenido en las minas americanas, fundamentalmente plata y oro, porcentaje que se redujo al 10% a partir de 1723 y que apenas ascendía a entre el 5 y el 8% en el momento de la independencia de los territorios. Es decir, unos impuestos más que razonables en términos actuales, ya que el restante 80, 90 y hasta 95% se quedaban en los distintos territorios, dedicándose al desarrollo de los mismos, y prueba de ello es la dotación social de todo tipo que durante esos siglos se construyó.
Además, la población americana se benefició del comercio global entre Asia, América y Europa, que siempre tenía este continente como centro.
Como ejemplo de lo dicho podemos citar cinco casos:
797 Hospitales
26 Universidades
12 Factorías y astilleros
Cientos de ciudades
Miles de kilómetros de caminos vertebradores
Como muestra de lo anterior, hoy traemos el ejemplo de una infraestructura vital para el desarrollo de la California hispana, de la entonces Nueva España.
Comentarios
Publicar un comentario