La educación en la América previa a la colonización: Incas y Mexicas

Tomando como base estas dos civilizaciones prehispánicas del continente, la Inca y la Mexica, hacemos un repaso por las características del sistema educativo que tenían, en el que la educación estaba restringida a un número pequeño de elegidos, en base a su condición social.


La educación inca

Los incas no desarrollaron ningún tipo de escritura, es por ello que toda la información sobre su forma de educación proviene de las crónicas escritas por los españoles durante la conquista y la colonia.

Gracias a todas estas fuentes, hoy se puede concluir que sí hubo una educación durante el incanato como otras culturas, Mexicas, Mayas ... pero está estuvo destinada únicamente y exclusivamente a las clases sociales altas.

¿Cómo era el sistema de enseñanza inca?

El sistema educativo durante el incanato no cubría a las personas en general, estaba dedicado de manera exclusiva a los hijos de la nobleza inca, los hijos de los gobernantes de los pueblos y las mujeres escogidas por su belleza y estatus social.

La educación en el incanato duraba 4 años e iniciaba a los 12 años aproximadamente.

Como no existía ningún sistema escrito, la educación estaba basado en oír y memorizar.

Los maestros que impartían la enseñanza eran llamados ‘Amautas’ y enseñaban con la práctica, la repetición y la experiencia.

¿Cómo era la educación de los hombres en el incanato?

La escuela para jóvenes era llamada ‘Yachaywasi’ (Casa del saber). Había varios en el imperio inca aunque el principal estaba en la actual ciudad del Cusco. Los hijos de los nobles recibían enseñanza de la lengua quechua en el primer año de educación.

Durante el segundo año aprendían sobre la religión inca.

El tercer año recibían educación sobre la interpretación de los quipus. El quipu era la única herramienta con la que era posible llevar un registro preciso de la población y de los productos que se producían y almacenaban.

El cuarto año era destinado a la enseñanza de la historia inca.

Además, durante todo el tiempo, también recibían entrenamiento físico y técnicas militares, siendo realmente la asignatura más importante.

En estas escuelas se les daba una entidad nacional como imperio y cultural también,   que justificaba su acción militar reforzando su determinación en la lucha, dándoles la motivación, la determinación necesaria y las razones para tener coraje y valor en las batallas.

¿Cómo era la educación de las mujeres en el incanato?

Las escuelas para niñas se llamaba ‘Acllahuasi’ (Casa de las escogidas). Existieron algunas en el Tahuantinsuyo (Imperio inca) aunque la principal estaba en la ciudad del Cusco (en el actual Convento de Santa Catalina).

La educación para las mujeres era muy diferente de la que recibían los varones. Muy pocas las niñas del imperio inca tuvieron la oportunidad de ir a las escuelas y sólo algunas niñas de clase social alta o de gran belleza recibían educación. Al final eran destinadas a los hombres de nobleza inca.

Su educación también duraba 4 años y consistía en cocinar, tejer, hilar, preparar chicha y religión.

Había un grupo reducido de ellas que no mantenían ningún tipo de contacto con el mundo exterior llamadas ‘Vírgenes del Sol’. Su función era preparar todo lo relacionado a los ritos religiosos. Nadie podía verlas ni acercarse.

¿Cómo se graduaban los incas? 

Luego de 4 años de educación (aproximadamente a los 16 años), los jóvenes tenían la posibilidad de graduarse mediante la ceremonia del ‘Warachicuy’. Esta ceremonia de graduación consistía en una serie de pruebas físicas y de valor tales como lucha, carreras, estrategia y más.

Al final, los jóvenes que pasaban la prueba del ‘Warachicuy’ en Sacsayhuaman recibían insignias, una vestimenta distintiva (orejeras) y comenzaban su vida militar o gubernamental.

¿Cómo era la educación del pueblo inca?

Los hombres no tenían acceso a una educación si no pertenecían a la clase social privilegiada inca. Es así que los jóvenes tenían desde su niñez una educación práctica que les permitiera cumplir sus funciones diarias como: siembra, cosecha, lucha y más, siendo los propios padres los encargados de brindar la educación a sus hijos. Ellos se encargaban también de transmitirles la tradición oral sobre los mitos y leyendas incas.

Los padres además se encargaban de la educación sexual a los jóvenes. Esta era vista como algo normal y cotidiano.

A los 14 ó 15 años se ponían bajo el adiestramiento del maestro de armas de la comunidad quien los ejercitaba para su ingreso a filas en las tropas imperiales.

Como hemos dicho, sólo algunas mujeres del pueblo podían acceder a una educación.

Estas tenían que destacar por su belleza. Un enviado del inca (o el inca mismo) era el encargado de visitar los diversos puntos del imperio para escogerlas y llevarlas a los ‘Acllawasi’. El resto de las jóvenes del pueblo llano (la inmensa mayoría) recibía una educación práctica a cargo de sus madres: tejer, cocinar, cuidado de los niños, agricultura y más....

¿Quiénes era los maestros durante el incanato?

Los maestros que impartían la enseñanza a las castas nobles eran llamados ‘Amautas’.

Los amautas impartían la enseñanza oral a los jóvenes quienes los escuchaban y memorizaban sus conocimientos. Los amautas eran escogidos por ser los hombres más sabios del imperio inca. Tenían conocimiento de ciencias, religión, historia, matemáticas y estrategias militares.

Los Amautas, que eran considerados como los hombres más cultos del Imperio y quienes “recitaban” sus lecciones siendo escuchados, atentamente, por sus jóvenes alumnos que deberían aprenderlas de memoria, ya que no conocían la escritura propiamente dicha. La sintaxis de los idiomas como el quechua o el Aimara fue creada e introducida por los españoles en sus escuelas.

¿Cómo eran las escuelas en Cusco?

El inca Sinchi Roca estableció la primera escuela para jóvenes ‘Yachaywasi’ en la ciudad del Cusco aproximadamente el siglo XIV. Luego el inca Pachacutec mejoró y expandió los ‘Yachaywasi’ a otras partes del imperio.

Las escuelas para niñas ‘Acllawasi’ eran unas especies de claustros religiosos donde ningún hombre podía ingresar. Los ‘Acllawasi’ más importantes estaban en el Cusco y en Pachacamac (al sur de Lima). Actualmente, este último está en estado de conservación y puede ser visitado. Sobre las bases del ‘Acllawasi’ del Cusco, se construyó el actual Convento de Santa Catalina’ en la ciudad del Cuzco.

 ASIGNATURAS

Durante el incanato se cultivaron diversos aspectos científicos entre los cuales cabe mencionar:

La filosofía, que buscó una interpretación del mundo y de la vida en base a sus creencias religiosas.

La cosmología, que buscó interpretar la forma de la creación del mundo inca bajo la concepción del hacedor Wiracocha.(dios creador del mundo) le había dado a cada animal, ave y ser vivo una estrella correspondiente que le protegía. Los incas creían que el mundo de los dioses estaba en el cielo o firmamento (el Hanan pacha). Los otros mundos estaban conformados por el Kay pacha (mundo terrenal) y el Uku pacha (el mundo de abajo o de los muertos).

Astronomía, basada en el estudio a simple vista de los movimientos de los astros constelaciones, como factores determinantes y exclusivamente para el proceso de siembra y cosecha... Lluvias..

Quipus, no podemos considerarlo tanto un instrumento de cálculo, sino más bien como registro o archivo de información numérica. El quipu estaba formado por una cuerda horizontal de la que se cuelgan otras. Tuvo un carácter eminentemente aplicativo a tareas de gestión, de estadística y de medición.

Aritmética, una aritmética sencilla pero efectiva, para fines contables, basada en el sistema decimal; conocieron el cero de forma abstracta,​ y dominaron la suma, la resta, la multiplicación y la división. No existía una cifra específica para el cero, pero los incas sí eran capaces de utilizar el vacío en la cuerda para representar que en esa posición no había ningún valor, es decir, se correspondía con el valor cero.

Medicina, estuvo plenamente ligada a la magia y a la hechicería, sin embargo tuvo algún principio empírico ya que como toda cultura conocieron y utilizaron el poder medicinal de algunas plantas de su entorno como la coca, la huamanripa, el jeto-jeto etc. Había curanderos especializados que al aplicar sus bebidas en los pacientes.

Cirugía, practicaban al igual que los hombres de la cultura Paracas, especializados en la trepanación craneana. Esta clase de intervenciones en el cráneo se explica, sobre todo, por la necesidad que producían las acciones de guerra y las armas de los ejércitos que ocasionaban contusiones y fracturas que motivaban la operación. Como implementos de cirugía utilizaron finos enseres que tenían como base la piedra de obsidiana.

Ingeniería, que se basó en cálculos y orientaciones de orden matemático para realizar las construcciones arquitectónicas así como también para la construcción de los andenes y los canales. Una geometría sencilla y práctica. Tenían sus sistemas de medida. No conocían el arco en las construcciones.

 

Autor: Mon Luca Aidan Badir.

Fuentes y Referencias:

Museo Concha Cusco Representación de las costumbres incas:

El Museo Machu Picchu de la Casa Concha fue construido sobre el palacio del inca Túpac Yupanqui. Exhibe cientos de artefactos extraídos por el explorador estadounidense Hiram Bingham en 1911. Estos objetos fueron devueltos a Perú en 2011.

Valdemar del Socorro Espinoza Soriano:

Algunas veces llamado también Waldemar es un etnohistoriador y docente universitario peruano especialista en historia andina prehispánica y colonial. Es profesor emérito de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Espinoza Soriano, Waldemar (2003). Los Incas, economía, sociedad y estado en la era del Tahuantinsuyo. Editorial Sol 90. ISBN 9972-891-79-8.

Muxica Editores (2001). Culturas Prehispánicas. Muxica Editores.ISBN 9972-617-10-6.

Davies, Nigel (1995). The Incas. University Press of Colorado. pp. 103–104.

↑ Zamora, Margarita (2016). Inca Garcilaso and Contemporary World-Making. Pittsburg: University of Pittsburgh Press. pp. 174-194.

↑ Luxton, Richard. «THE INCA QUIPUS AND GUAMAN POMA DE AY ALA's "FIRST NEW CHRONICLE AND GOOD GOVERNMENT"». bero-amerikanisches Archives 5: 315-341.





La educación Mexica

La educación en los mexicas, ocupaba un lugar de gran importancia, se iniciaba en el hogar, a cargo de los padres y continuaba en instituciones públicas a partir de la adolescencia.

La educación tenía como propósito fundamental formar la personalidad

del individuo, la cual en lengua náhuatl se expresaba in ixtli, in yollotl “alcanzar el rostro y el corazón”, de tal manera, que una vez que el mexica recibía educación, adquiría un rostro y un corazón; un rostro sabio y un corazón firme como la piedra y resistente como el tronco de un árbol, de donde se alimenta la hoguera eterna en honor de los dioses; el hombre educado es el dueño de un rostro y de un corazón, hábil y comprensivo. 

El Temachtiani, el maestro, el sabio, era aquel que lograba, como consecuencia de su tarea educativa, hacer sabios los rostros ajenos, les abre los ojos, los ilumina. Pero para llegar a ser sabio, maestro de la verdad, debía tener una cara, un rostro; haber abierto los oídos para iluminar a los demás, haber recorrido el camino para después formar guías y darles su propio camino. El maestro tiene que mirarse en el espejo, para después ponerlo delante de los otros, tiene que ser primero sensato y cuidadoso, para que los demás lo sean también, y así aparezca en ellos una cara y se fortalezca un corazón.

Gracias a la acción del maestro náhuatl y a su estricta enseñanza, la gente humaniza su querer, hace fuerte su corazón, les conforta, ayuda, remedia. El del rostro sabio, Quetzalcóatl personificado, comenzaba enseñando a obedecer a las personas, a respetarlas, ...cómo deben entregarse a lo conveniente, lo recto y cómo han de evitar lo no conveniente, lo no recto, huyendo con fuerza de la perversión y la avidez, como si tomasen ejemplo de los estoicos y demostrando que el discurso pedagógico de los antiguos mexicas está considerado entre las formas literarias, tan bello como la poesía misma, la cual también cultivaron a plenitud y en espiritual deleite.

Todos los que recibían educación, debían caracterizarse por la prudencia y la cordura, pero todo maestro tenía que desarrollar cuando menos cinco atributos: hacer tomar a los otros un rostro, hacerlos sabios, que se transformen en cuerdos y cuidadosos, humanizar y hacer fuertes los corazones.

La educación mexica constaba de dos etapas: hasta los catorce años era educado en el seno familiar y posteriormente en instituciones oficiales, la educación doméstica era dura y austera, el padre tenía a su cargo la educación del hijo, y la madre la de la hija.

La educación pública se llevaba a cabo en el Calmecac y el Telpochcalli (casa de los jóvenes). El Calmecac era un internado para lo hijos de los noblesexclusivamente por lo que entre los diez y los quince años aproximadamente, hombres y mujeres, del grupo social privilegiado, ingresaban a este sistema escolarizado, eran escuelas vinculadas con el sacerdocio.

 La enseñanza en estas instituciones estaba orientada hacia la formación de la élite dirigente. En ellas se enseñaban técnicas (lectura, interpretación calendárica, ritual religioso) y prácticas (trabajo, sacrificio y penitencia), que eran exclusivas del grupo dominante y parte fundamental de su quehacer.

Estos centros cumplían una función ideológica importante, ya que formaban a la élite con rigurosas y severas costumbres, reforzando la imagen difundida socialmente, de su gran aptitud para el mando y su virtuosa conducta moral. Los nobles que asistían a estas escuelas podían permanecer en ellas indefinidamente, adoptando funciones sacerdotales, o bien pasar sólo unos años de formación.

El Telpochcalli, era para la clase media, para los maceguales, los individuos obligados a pagar tributos y servicios personales. La enseñanza era práctica y los tipos de habilidades que se desarrollaban en el Telpochcalli eran: canto divino, cuenta de los días; cómo cazar y hacer cautivos en la guerra; usar macana, escudo, dardo y flecha, etc. La enseñanza de prácticas militares era fundamental, la disciplina era rigurosa, las sanciones, incluso crueles, y la vigilancia era permanente, para lograr la conformidad y la sumisión total. 

Como afirma Miguel León Portilla, en el Calmécac se ponía más empeño en la enseñanza de tipo intelectual, mientras que en el Telpochcalli se preocupaban por el desarrollo de las habilidades del joven para la guerra y la caza. De manera que podemos apreciar dos tipos de educación, para una sociedad dividida en clases sociales, entre los que detentan y ejercen el poder y los dominados destinados al trabajo y el tributo. 

De acuerdo con Rafael Sánchez Vázquez, la familia, la escuela y el Estado transmitían, interpretaban, enriquecían o degradaban la cultura indígena elaborada en varios milenios de convivencia en las tierras de mesoamérica, todas ellas hermanadas en el culto a sus dioses y la sumisión a los soberanos. Esa era parte fundamental de su política educativa, que era también la social, religiosa, económica, política y cultural, en la unidad hombre-cosmos, según su particular e integral visión del mundo.

Su política educativa se expresaba en un derecho consuetudinario, pero se enseñaba utilizándose las pinturas como recursos didácticos, al igual que se utilizaba el discurso pedagógico en cada celebración especial como nacimientos, bodas, etc. e incluso en los consejos de los adultos a los menores o de los docentes-sacerdotes a los pupilos, disertaciones elevadas a la categoría literaria de los poemas y otras expresiones. 

La educación de los niños entre la gente del pueblo estuvo siempre a cargo de los propios padres, por lo que los hijos heredaban el oficio de los padres asumiendo un doble papel de sumisión, obediencia y control: como hijo y como aprendiz, por lo tanto también recibía, por parte del padre-maestro-patrón, castigos, reprimendas y fuertes escarmientos, hasta desarrollar la conducta esperada y controlada, aún mejor: autocontrolada. 

Las niñas aprendían igualmente el oficio de la madre: molían maíz, hacían tortillas, hilaban y tejían, etc. para lograr pleno sometimiento y conformidad total e interior hacia su natural  destino: ser amas de casa (con excepción de las dedicadas a servir en los templos). 

Según Fray Bartolomé de las Casas: "Las hijas de los señores y principales... eran criadas con gran solicitud y continua disciplina y estrecha honestidad, que sus madres y amas y ciertas viejas honestísimas ponían y tenían... muchas nunca salían de casa hasta que las casaban... solamente al templo... no hablaban sino en el templo la oración que se les había enseñado... no hablaban en la comida... No salían de los aposentos a la huerta o vergel sino acompañadas con sus guardas, y si salían tan mala vez sola, punzábanles los pies con las púas crueles... no alzaban los ojos... sordas y mudas, y ésta es la calidad harto conveniente a las mujeres…velar, trabajar y madrugar... hilar tejer y labrar... los rigurosos castigos y los semejantes se recitaban y traían a la memoria de todas las doncellas..." 

La modificación o afirmación de sus valores y formas de pensar; entre los mexicas y demás pueblos mesoamericanos, las ceremonias públicas de diversa índole estaban frecuentemente acompañadas de discursos pronunciados por sacerdotes o gobernantes, en los cuales se insistía reiteradamente en la necesidad de que el auditorio adoptara determinadas conductas : se  criticaban las faltas, se advertía de castigos, se mostraba el modelo de conducta deseable y, lo que es más importante que las exigencias explícitas, se presentaba una serie de ideas que fortalecían la ideología del grupo dominante induciendo al pueblo a participar en ella. 

La práctica de penitencias y autosacrificios, era utilizada para demostrar la mayor capacidad y reciedumbre de los jóvenes educados en las escuelas para nobles, cumplía también una función fuera del ámbito escolar. En la práctica del autosacrificio estaba presente también un aspecto fundamental de la cosmovisión de los grupos mesoamericanos: la necesidad de conservar el equilibrio: cuando el hombre se autosacrifica, equilibra la balanza con los placeres cotidianos. 

Pero además, en el autosacrificio se favorece el equilibrio general del cosmos, al retribuir a los dioses el esfuerzo (sacrificio) con que han dado y dan vida al mundo. El sacrificio es grato a los dioses, que necesitan de él. Los sacerdotes y el grupo en el poder están obligados a disciplinas más severas, para reforzar la idea de mayor virtud moral y su acercamiento con los dioses. 

Respecto a la educación de los mexicas, Díaz Infante6 señala las siguientes técnicas educativas:

Lenguaje preverbal, lenguaje interior, en silencio, la mirada, las manos, el calor del cuerpo, gestos, etc.

El consejo y la persuasión, el método era esencialmente nemotécnico: el mensaje se repite una y otra vez, reforzándose, para quedar mejor registrado en la memoria.

Obediencia a los padres, quienes inducen sentimientos de culpa.

La culpa por el pecado.

Premios y castigos.

Técnicas mágicas, el pensamiento mágico esta presente en todas las actividades del hombre.

Aprendizaje por identificación, con los padres, sacerdotes, militares, etc.

• La educación en los templos.

• La educación en el Tepochcalli.

• La educación en el Calmécac.

• Anexo al Calmécac, escuela para niñas.

Educación audiovisual, con ideogramas, grifos, tradición oral, música y danza.

Enseñanza de la música.

• La enseñanza para hablar.

• El teatro.

• La escultura y la cerámica.

• La educación física. 

La educación superior, en observatorios astronómicos, centros de arte y congresos, con materias como: técnicas agrícolas, urbanismo, administración, artes, ciencias matemáticas y astronómicas, humanismo.

 

Bibliografía

ÁLVAREZ, José Rogelio. Enciclopedia de México Tomo III. Impresora y Editora Mexicana, México, 1978.

CARRASCO, Pablo. “La sociedad mexicana antes de la Conquista” en Historia General de México 1. COLMEX.

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DÍAZ Infante, Fernando. La educación de los aztecas. Panorama Editorial. México, 1984.

ESCALANTE, Pablo. Educación e ideología en el México antiguo. El Caballito. México, 1985.

ESCALANTE Gonzalbo, Pablo et. al. Nueva historia mínima de México. COLMEX. México, 2004.

FLORESCANO, Enrique. Memoria mexicana. FCE. México, 1995.

GARIBAY, Ángel María. Historia de la literatura náhuatl 1. Porrúa. México, 1987.

IBARRA Serrano, Francisco Javier. De la arqueología a la genealogía. Escuela Normal Superior de Michoacán.

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LARROYO, Francisco. Historia comparada de la educación en México. Porrúa. México, 1973.

VÁZQUEZ, Josefina Zoraida. El pensamiento renacentista español y los orígenes de la educación novohispana,


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